14 de abril de 2024

"Adiós, bella"....

Estoy terminando el curso de italiano niveles A1 y A2. Si hace años le hubiesen dicho a mi yo del pasado a qué me dedicaría al aterrizar en la dorada etapa de la jubilación, habría mostrado enorme escepticismo. No daría crédito. La UNED me envía casi a diario por email los cursos que oferta y me dió por escoger este curso de italiano sin tener nada claro por qué. He descubierto un lengua bellísima, cálida, envolvente, de gran musicalidad. Ayer estaba en un establecimiento y mientras aguardaba a que me atendiesen me dije a mí misma: no tengo ni idea de italiano, porque si tuviese que pedir aquí a la dependienta, las cuatro cosas que necesito en italiano, no sabría por dónde empezar. Tendría que llevar de antemano una lista con las palabras traducidas en un papel. Pero justo es reconocer que he aprendido bastante y ya por fin entiendo las letras de tantas canciones preciosas admiradas de cantantes italianos, que todos hemos chapurreado alguna vez. Esta semana hemos cantado en el curso "Sapore di sale" de Gino Paoli para asimilar las preposiciones contraídas, que son un lío bastante importante, teniendo en cuenta que en español solo tenemos dos y en italiano son cuarenta y tres. Hoy, fecha republicana por excelencia, una alegría grande despertarme cantando la "Bella ciao", entendiendo cumplidamente la letra, pero al punto caer en un pozo de tristeza con el primer café mañanero del día, porque los fascismos están más vigentes que nunca. Ni siquiera sabemos qué les sucederá a nuestras frágiles y maltrechas democracias. Pero lo verdaderamente fascista de este siglo XXI es que las guerras y conflictos sean nuestro pan de cada día. Luego nos preguntamos por qué la gente muestra tantísimo entusiasmo por un eclipse, por qué se acude en masa para verlo. La respuesta es bien sencilla: la gente necesita huir de las nefastas noticias. El turismo de masas no cesará por idéntico motivo: la gente necesita huir, evadirse de esta cruda realidad y huye, aunque sea solo cuatro días. Creo que me apunté a este curso de italiano también para huir porque soy gente y nada humano me es ajeno. Cuando pagué la matrícula pensé que a lo máximo que aspiraba era a aprender y memorizar las letras de Franco Battiato. Ahora, dejo que el algoritmo de Youtube me sorprenda con nuevas sugerencias y vídeos en italiano. Como un día estuve viendo un corte de pelo magistral y aplicación de tinte para dejarse canas, el algoritmo pretende que me vea todos los vídeos de peluquería existentes. Ayer me impactó que el algoritmo me mostrase un recitado en italiano de una frase que me encogió el alma, atribuída al escritor Cormac McCarthy: "Quando Dio creo l' uomo, aveva al suo fianco il diavolo". Ahora rezo para que el algoritmo solo me muestre preciosas y entrañables canciones italianas. Nada más.